martes, 19 de febrero de 2013

SALTO LA TERMICA

Compró la casa soñada, previa hipoteca a 20 años, siguiendo el mandamiento familiar que sentencia lo primordial de tener un techo asegurado.

Después fue la pieza de arriba la que hubo que construir cuando llegó Malena, la primogénita.

Lloró a escondidas el cambio de la coupé por el monovolúmen, cuando ya eran una familia tipo: Agustín comenzaba a gatear mientras se estaba construyendo el techo de la cochera.

Los fines de semana eran los momentos reservados a visitar a los suegros, tarea que al principio le era grata hasta que se convirtió en "todos los putos domingos".

Mientras la vista se le iba recortando, sentía que un yunque le colgaba desde los omóplatos a la hora de echarse en la cama. Natalia por lo general ya estaba acostumbrada a los cinco minutos de monólogo diario mientras los canales viajaban frenéticos por el televisor. Había sido su primer novio, su único amante y su triste realidad con el paso de los años.

Él se había perseverado en que cuidara de los chicos antes que valerse por sí misma. Poner una chica a hacer las tareas en la casa era cambiar la plata, decía ante cada planteo por la independencia económica.

La chapa de "proveedor del hogar" le sentaba mejor que la de "padre de familia".
La de "vecino reservado" fue la que utilizaron los testigos el día en que se arrojó del techo, tras asesinar a los suyos.

40º  marcaba la temperatura en el noticiero sensacionalista.....

2 comentarios:

helevese dijo...

Una mañana me estrelle con el mañana... Jajjaj

Anónimo dijo...

"Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto".
Quizas si todos fueros un poco menos como dice Cortazar...
Que lindo texto Hernan, que linda manera de describir eso en lo que quizas nuestra cultura y sociedad nos prepara ser, cuando la meta para ser alguien respetable es llegar al concepto prehistorico de armar una "familia tipo". Y se nos va la vida asi sin mirar esos pequeños momentos en que las cosas pueden cambiar aunque sea un poco, tomar otro rumbo quizas mas real, en el apuro que nos conlleva la necesidad de pertenecer, de llegar a...
Y un dia estas quizas llegando a tu trabajo y otra persona cerca tuyo saliendo del suyo, y cruzas una mirada y sentis ese momento en que puede cambiar algo; pero no lo vivis por miedo, por estar apurado (cuantos otros conceptos se me ocurren pero para que enumerarlos) y simplemente pasa como pasan miles de otros microscópicos momentos que no vemos. Y uno sabe que quizas mañana es tarde, que pena no haberlo intentado aunque sea cambiar un poco las cosas, y asi se nos va la vida llegando siempre tarde a destiempo, esperando elegir para llegar a lo que describis. Entonces pensaba en cuantos momentos uno dejara pasar, cuando uno se acostumbra tanto a mirar sin ver.
Y hoy estaba con fiebre cuando vino a cuidarme un amigo, y pensaba en ejemplos como el que te conte, y entre tantos paños humedos y ibuprofeno, me encontré por su recomendacion con tu blog y este relato que aunque conceptualmente no es lo mismo, y me hizo pensar en lo que quizas en forma inversa pense en todo el dia de hoy.
Bellisima casualidad leerte.