miércoles, 28 de abril de 2010

Un año


Tengo que hablarte, así lo imponen las circunstancias. Sé que esta charla será estéril, como las que no tuvimos a su tiempo. Y tantos silencios entre nosotros dieron como resultado dos extraños entrelazados genéticamente.

Por un momento, sé que existió el deseo de que integre tu patrimonio pero luego me empeñaste a cambio de una mal entendida libertad. Todos somos libres siempre, nada puede atarnos más que nosotros mismos. Pero sentiste que ser padre te quedaba bien y asi fue, hasta que no soportaste las peripecias conyugales e hiciste las valijas. Olvidaste algo importante tras la puerta, un detalle menor a luz de cómo se dieron (o mejor dicho no se dieron) las cosas...

Hoy estoy volviendo a verte sin rostro, porque no lo recuerdo. Además, las pocas fotos que tengo te hacen ver como un gigante sosteniéndome en los brazos.

Pasaste a ser tan etéreo que ahora, donde ya pasó un año de tu segunda partida (por asi decirlo) tu ausencia es similar a tu presencia en el pasado.
Qué hubieras opinado de mis conquistas, cómo hubieras acompañado mis pérdidas...nunca voy a saberlo ciertamente.
La única certeza es que debo intentar una despedida y no se me vienen demasiados sentimientos en este momento. No hay amor, rencor, dolor...aséptico es todo.
Este bloqueo es el que debo romper, para librarme de algo que engendré dentro mío. Un bunker inexpugnable donde residen todas mis emociones para con vos.
Y no tengo la llave, pero te aseguro que pesa..
Voy trabajando para liberar esa carga, como lo vengo haciendo con otras tantas también...pero esta es la figurita dificil se ve.
Mientras tanto te dejo estas líneas hasta que pueda quebrar el bloqueo emocional...por algo debo empezar, así lo imponen las circunstancias.

martes, 13 de abril de 2010

Un martes cualquiera


Martes 13. Afuera, el frío y el colchón de hojas secas sobre las baldosas confirman la plenitud del otoño. Como para confirmarlo, llueve. Esa lluvia que más que mojar jode...da escalofríos y ceban las ganas de haberse amotinado en la cama algunas horas más.
Prendo la radio y el desfile de programas hablando más o menos de lo mismo. Las novedades son iguales para todos. Doble choque en Panamericana, demoras en Acceso Oeste, Palermo se convirtió en máximo anotador en la historia de Boca.
En el fondo no hay nada nuevo...y los locutores terminan en el mismo lugar en el que caen cada vez que coincide el martes con este número: La mala suerte. Como si este día fuera destinado a ser fatídico para cada uno de nosotros. Aprovechan la necesidad de exposición de la gente, que comenta cualquier tipo de contratiempos en virtud de esta nefasta conjunción, apelando claramente al género de ficción en varios de ellos...y siguen adelante con un programa que poco enriquecerá al oyente seguramente.
Recibo un msn de un compañero de trabajo. Nació Pancho, pesó 3.2 kg en parto natural y sin complicaciones...y el famoso martes 13? Actuará selectivamente quizás? Opera mejor en quien cree que algo diferente a un lunes 12 o un jueves 28 podría pasarle?
Talismanes no llevo, la superstición sirvió solamente como excusa para no cambiarme la remera durante la semana de las previas en 4to año...Voy creyendo cada vez más en que uno se construye a si mismo. Desde el estado de ánimo que quiera tener a cualquier otra cosa que desee. Podría haberme levantado gris y ser monocromático con el tiempo. Pero decidí que eso no iba a pasarme hoy...quería estar alerta y receptivo para con las horas que tenía por delante. Que iba a dar lo mejor de mí, mi mejor actitud. Así se me pasara el día languidamente, aprovecharía esos minutos eternos para hacer algo que me guste.
Y, aunque sea como los noticieros de la radio y no tuviera demasiado qué decir, volvería a echar un puñado de palabras en vez de varios puñetazos al aire...