
Seguimos...imposible detenerse contra el estorbo, este enfermizo llover de segundos que servirán para darnos cuenta de que estaremos ahogados una vez más. Pero rendirse es imposible. Miro a mi costado. Todos vamos en la misma. Hablando del tiempo, continuamente perdiéndolo. Humanidad que mira más su muñeca que el adentro.
Y seguimos, cada vez más enajenados. Ya no es cuestión de lo que impone el jornal. Fuera de él, la tiranía es aún más feroz. Cronometrando hasta el descanso, las vacaciones son un cúmulo de actividades con horarios prefijado. No sea cosa de no tener nada que hacer una puta vez.
Quedarse contemplando el agua entre los dedos, sentir el ardor de la arena en la espalda, el baño de luz solar en la piel...no. Enseguida hay que tomar algún libro aunque sea, darle actividad a la mente y que no se adormezca. Palabras cruzadas, un tejido, tomar una pala y hacer un castillo con el nene de la sombrilla de al lado. Cualquier cosa que no deje lugar a la simple contemplación de la naturaleza.
Esto no es inherente al ser humano, lógicamente. Es una desviación que se ha venido imponiendo con el correr del tiempo (nuevamente aparece el déspota) y que ha funcionado para todos los que, justamente, suelen saber disfrutar de esos momentos habitualmente. Qué quiero decir con esto?
De seguro existe algún empresario adicto al trabajo pero ese es un problema que sólo puede
resolver un tratamiento deteminado. Por lo general, diría que es gente con la capacidad de mixturar trabajo y placer con mayor frecuencia que cualquier asalariado. De por sí, no tienen un cronograma vacacional ni mayores impedimentos económicos. Con lo cual podrían, si lo desearan, darle mayor lugar al ocio que cualquiera de sus empleados. Cómo se logra esto?
Pues justamente con el trabajo sostenido de aquellos, que generan esa riqueza. Y que es devuelta en forma de sueldo de manera que sólo pueda alcanzar para vivir dignamente (en el mejor de los casos).
Quedan alternativas a mano, dejar de depender de alguien para solamente depender de uno sería el inicio, claro está. La culpa es del chancho?
Mientras tanto, tenemos todo el año para poner el Travel and Living y disfrutar del azul del mar y los paisajes que nos devuelve la pantalla. Añorando los últimos 15 días de descanso desde el sommier cualquier noche de invierno con 5 grados de térmica...